HUACHO.- El R.P Eusebio Arroniz, nace el 16 de Diciembre de 1885 en Zúñiga, Navarra, España. Ingresa a la Congregación de Hijos del Inmaculado Corazón de María y profesa el 14 de Setiembre de 1902 en Cervera. Recibe la Ordenación sacerdotal también en Cervera – España el 14 de Setiembre de 1910. Llega a Lima en 1912 y se le nombra Prefecto de Seminaristas en el Seminario Santo Toribio de Lima. En 1916 es trasladado a Trujillo, donde será profesor de Literatura, Historia General, Historia del Perú, Castellano y Dibujo. En Trujillo destacará por su celo pastoral especialmente entre lo más excluidos siendo Capellán de la cárcel.
Se dedicó al acompañamiento a los jóvenes y funda la Brigada de los Boy Scouts. Organizó y fundó la banda de música del Colegio Seminario San Carlos de Trujillo. En 1927 es nombrado Párroco de Cajabamba, donde permanecerá 18 años. Durante este tiempo se dedicará a visitar las haciendas y los caseríos que circundan su parroquia. El mismo P. Arroniz describía en 1937 la actividad misionera en Cajabamba: “El trabajo parroquial es enorme pues entre atender enfermos e ir a celebrar a los caseríos, tenemos que salir a caballo todos los días, apenas podemos ni descansar, ni leer, ni escribir…”
En 1942 el P. Eusebio Arroniz cae enfermo de paludismo a pesar de las crisis que le causaba la enfermedad se dedicó con celo heroico a trabajar por las almas y soportó la enfermedad hasta que en 1945 es trasladado a Huacho. El pueblo de Cajabamba se expresaba así del P. Arroniz: “Desde la fundación de esta casa, hace 18 años, hasta la fecha, el celoso caritativo misionero a quien nos referimos, ha levantado esta Parroquia a un alto grado de prosperidad religiosa y cultural, haciéndose acreedor a la estimación y aprecio de todos los feligreses si excepción”. En 1945 es destinado a Huacho como párroco de la Iglesia Matriz San Bartolomé. Desde su llegada a Huacho manifestara cercanía a la gente con mucha sencillez evangélica para ganarlos todos a Cristo, imitando así a San Antonio Maria Claret que se comunicaba con los campesinos cuando iba a pie de pueblo en pueblo, se le recuerda muy sencillo, dialogante, sabía llegar a las personas , explicaba el evangelio intentando que todos puedan comprender.
Trabajó arduamente en el catecismo de los niños, siempre se les veía rodeado de niños en la Parroquia y en la calle a quienes repartía estampas y caramelos. Formó las Infantas del Corazón de María sembrando en las niñas el amor a la Virgen e inculcaba el valor de la pureza. Era muy sensible a las necesidades de los demás especialmente de los niños más abandonados. Tal fue su preocupación que será el iniciador de la Guardería Infantil para los niños que había detectado en la deambulando. Se dedicó también a los jóvenes y para esto apoyo y dinamizó la Acción Católica Juvenil. Buscaba que los jóvenes desarrollaran diversas actividades productivas y así ayudar a los pobres. Incentivaba a los jóvenes hacer deporte, teatro y a mantener una mente limpia alejada de toda tentación mundana. Se hacia amigos de todos, dialogaba con los profesores y visitaba los colegios. Entablaba conversación con los pescadores a quienes les enseñaba el catecismo y las buenas costumbres.
Muy caritativo y misericordioso especialmente con los encarcelados: “Los presos los mimados del P. Arroniz, esperaban anhelantes la visita de su gran bienhechor porque sabían que era entonces cuando el corazón grande del Padre vibraba de manera desacostumbrada, sus palabras de consuelo, sus regalos y sus cuentos hacían olvidar por unos momentos su triste situación, contagiándose con la alegría franca de su padre, el mejor que los ha visitado”. Era un sacerdote de mucha oración, el pueblo de Huacho fue testigo de sus largas horas de oración diaria frente al Santísimo y de su gran devoción mariana. No podía dejar de hacer nada sin la presencia de ella, sin mencionarla y enseñaba a evocarla con el típico saludo “Ave María”.
Instauró la practica del Rosario de la Aurora los primeros sábados y las visitas domiciliarias con las urnas de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Como buen misionero se dedicó con infatigable celo a anunciar el Evangelio en la campiña de Huacho (Carquín, Luriama, Amay, Végueta), donde organizaba misiones, novenas y catecismos. Visitaba a los enfermos llevándoles la Eucaristía escuchándoles con mucha paciencia sus dolencias y preocupaciones. En 1958 el P. Eusebio Arroniz es destinado a la ciudad de Arequipa, donde entregaría su alma al Señor el 01 de Noviembre de 1959, después de un acto heroico: subir a las alturas de Piura para dar misiones a sus 74 años.
El pueblo de Huacho reclamó sus restos mortales como signo de gratitud y cariño a su querido padre. Sus restos fueron trasladados desde Arequipa a Huacho y depositados en un mausoleo levantado en la entrada del Cementerio General de Huacho el 18 de Agosto de 1962. Después de 51 años sus restos serán trasladados a la Cripta de la Catedral de Huacho el 18 de Agosto del 2013.
También puede ver: http://huacho.info/2009/10/29/padre-eusebio-arroniz-lopez-mas-de-50-anos-en-el-corazon-huachano/
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